jueves, 5 de noviembre de 2009

Destellos (chicha) de Libertad

Mientras yo manejaba hacia la fiesta, estaba muy tenso. Haberme embarcado en una travesía que tenía como destino final un punto alejado del norte de la periferia capitalina, y que me hacía recorrer sitios desconocidos y bastante alejados, me ponía tan ansioso como nervioso.

Era el cumpleaños número cuarentaitantos de REX. La verdad, la invitación fue para otra persona, quien me la hizo extensiva a mí, y me pidió que lo acompañara. Luego de varias vueltas y más llamadas, dimos con la bendita dirección.

Era una casa en un barrio populoso. La fiesta se escuchaba desde la cuadra anterior. Al interior había muebles y sillas dispuestas como en un quinceañero o una actividad benéfica. “Qué bueno que hayan venido. Pasen, por favor. Siéntense”. El anfitrión nos recibía con una botella de cerveza en la mano.

Me deposité en un silloncito. Mi acompañante y REX empezaron a charlar. Se notaba que tenían mucho de qué hablar. Yo solo escuchaba que mencionaban nombres, situaciones y recuerdos, y no les entendía nada.

En realidad, me sentía como un extraño en esa reunión. Era necesario hacer un reconocimiento de terreno. A la derecha, una gordita y su novio morocho: amigos del cumpleañero. A la izquierda, La Caballona, La Flaca y El Barbero, tres estilistas que laboraban por la zona, departían con dos muchachos con pinta de pirañones. Al frente, la prima del anfitrión y una vecinita que, según las malas lenguas, era la “querida” del agasajado. ¡PLOP!

Empieza la juerga
Al rato, luego de varias botellas de cerveza, El Barbero se dirigió al equipo de sonido y cambió de música. De una salsa del recuerdo pasó a los inicios de la chicha peruana: Los Destellos. Entonces comenzó la fiesta de verdad.

La Caballona, El Barbero y La Flaca sacaron a bailar a los muchachos-malandrines. “A los bosques me interno yo… a llorar mi soledad… y los bosques me contestan, lo que has hecho, estás pagando… Como quieres que tan pronto… olvide el mal que me has hecho… si a cada instante me toco el pecho. La herida me duele más y más”. (Escuchar primer video posteado).

“Es la letra de una canción de Leo Dan, a ritmo de cumbia”, escuché. ¡REPLOP! No me considero alguien cerrado a cualquier “manifestación cultural” en lo absoluto y soy bastante tolerante, pero sí me sentí muy sorprendido al encontrarme partícipe de la que sería mi primera fiesta gay chicha.

Traté de darme ánimos pensando en que en el antro de San Borja (La Cueva) ponen huaynos y uno, en medio de tragos, termina haciendo el ridículo al zapatear un rato, en plan de joda. Pero esto era distinto. Acá, vivían la música y las letras y creo que se sentían parte de “esta cultura”.

Un mototaxi se estacionó en la puerta y salieron los dos malaspectosos. Se subieron raudos al vehículo y se marcharon, como si hubiera culminado su "horario". Los peinadores se quedaron bailando solos. El parlante seguía estridente con Los Destellos. Al rato, los cambiaron por Los Shapis.

El Barbero “lanza”
El Barbero se me acercó y me extendió la mano para bailar. Yo miraba a mi acompañante en busca de ayuda, pero él seguía entretenido con REX. Y la situación no estaba muy bonita como para hacerme el disforzado y rechazar invitaciones. Tuve que ser sociable y seguirle la cuerda.

El Barbero me miraba a los ojos. Y comenzaba a acercarse más de la cuenta. Sabía bailar chicha. Felizmente no se bailaba pegado. Cada uno en su sitio, agitando el cuerpo, los brazos y la cabeza. Pero el tipo cada vez se acercaba más. Y comenzaba a "meterme letra".

- El Barbero (EB): Eres muy lindo. ¿Cómo te llamas?
- Yo: Nano. He venido con un amigo de REX.
- EB: ¿Y tienes pareja?
- Yo: Sí, ya casi por un año.
- EB: Yo estoy buscando un chico lindo, uno moderno. Tú eres moderno, ¿no? Tienes cara.

En ese momento tenía ganas de cuadrar al tipejo insolente, que a la primera canción y sin tanto trago me preguntaba por cosas tan íntimas. Pero le seguí el juego. Estaba en terreno un desconocido.

- Yo: ¿Y para qué quieres saberlo? Yo tengo pareja.
- EB: Pero yo te puedo ofrecer mejores cosas. Tengo un negocio propio. Me va muy bien. Pienso abrir otro pronto. Necesito un compañero bueno.
- Yo: Me halagas, pero no. Estoy comprometido. Bailemos tranquilos.
- EB: ¿Pero no me vas a dar tu teléfono? Te puedo pasar música por E-mail.
- Yo: Te doy el teléfono luego. Y mi E-mail solo lo uso para temas de trabajo. Lo siento.

La retirada
El Barbero se ponía cada vez más pesado. Aproveché que terminó una canción y me desentendí. Luego de ese diálogo comprendí qué hacían los tres estilistas con los maleantes. Caricias y afecto a cambio de dinero y atenciones. Una relación simbiótica y cruda, pero aceptada en ese círculo. Me llamó la atención que este patrón sea el mismo que se presenta en los estratos sociales más altos.

Cogí del brazo a mi acompañante. Le reclamé por haberme dejado solo en buena parte de la fiesta y le conté lo sucedido con El Barbero. Nos reímos. Pensábamos escaparnos, pero nos retuvo el cumpleañero. Y comenzó otra tanda de baile. Ahora estábamos danzando a ritmo de música de ambiente noventera, desde “Quién te cantará… con esa guitarra” hasta el “Ritmo de la Chi Chi… Viciosa… Viciosa”.

Yo no dejaba de mover el cuerpo, pero me corría de El Barbero. Todos íbamos y veníamos. Hombre con hombre, mujer con mujer, hombre con mujer. De pronto, REX, que había tomado más de la cuenta, comenzó a bailar desaforadamente. La pista de baile era de él. Al rato se calmó.

Luego sacaron las botellas de cerveza a la puerta y siguieron brindando ahí. La música se escuchaba con eco en la sala vacía. En la entrada de la casa se había improvisado una cantina de ambiente, a vista y paciencia de los vecinos, que dudo que hayan estado durmiendo, pese a que eran las 3 AM.

El Barbero insistía en mi teléfono. REX se dio cuenta de la situación y le dijo que no me jodiera más.

Me senté en la salita a que se me pasara la borrachera. Comía arroz con pollo en plato descartable. Y veía que afuera todos bebían sin complejos. Y entonaban sus canciones. Y volvieron a poner Los Destellos. Y gozaban con la letra y el ritmo. Y se les veía contentos de ser gays en ese círculo, en esa sociedad. Se aceptaban y se querían así. Y no tenían reparo en decírselo a todo su vecindario. Quizá se sentían más libres que muchos de los que viven en zonas residenciales y deben hacer sus reuniones gays a escondidas, sin aspavientos ni escándalos.

Es cierto, no había vajilla fina, ni se cumplían las normas elementales del Manual de Carreño, pero sí se percibía ese espíritu de aprovechar al máximo la ocasión para festejar una fecha especial de un amigo gay. Y lo hacían con manifestaciones propias de su “cultura”.

¿Habrá círculos gay similares dentro de otra cultura o subcultura (o como quieran definir al "mundo chicha”)? ¿Habrá también grupos gays que festejen sus reuniones con música vernacular? De hecho que sí. Y quisiera conocerlos. Y quisiera introducirme en su cosmos y encontrar el gusto por esas manifestaciones y apreciarlas desde mi perspectiva de joven mestizo capitalino.

¿En la selva habrá también algún subgrupo de ambiente? ¿En la comunidad aymara? Y si no lo hay ¿es porque hay homofobia en estas culturas ancestrales? Tantas preguntas pasaban por mi cabeza.

Lo que quizá hubiera significado una reunión desagradable para un gay capitalino profesional promedio (un chico con un trabajo decente, que va al gimnasio, departe con amigos en reuniones y se divierte en discotecas los fines de semana), terminó siendo una experiencia enriquecedora sobre el mundo gay y amplió mi visión sobre el cosmos gay.

¿Tú has participado en alguna celebración gay folclórica o vernacular? ¿Te gustó la experiencia? ¿Qué fue lo que más te sorprendió? ¿Te animarías a participar?


LOS DESTELLOS - A LOS BOSQUES, ME INTERNO YO

El tema principal de aquella noche. Yo ni siquiera sabía que era un tema de Leo Dan.

ADA Y LA NUEVA PASIÓN – NO ME ARREPIENTO

Esta chicha-cumbia es quizá el único tema del género que me gusta. Es un cover de una cumbia argentina.

JOHN LENNON - IMAGINE

Un clásico sobre la tolerancia y la diversidad de todos los que habitamos en el mundo. =)

7 comentarios:

la china dijo...

Hola Nano, me ha gustado tu post ah! Yo no he participado en fiestas folclóricas (aunque una vez casi voy a una "yunsa) y menos en fiestas folclóricas y gay!! Pero me has hecho pensar en eso de la diversidad y, si se me presentara la oportunidad, aceptaría de cajón.. "por el chongo", como suele decir un amiguito gay que tengo ;-)
Oye, y el Barbero te vio cara de misio? como es eso de que "tengo negocio", jaja!! Epa amichi, pero estaba tan mal, digo, era tan bagre? ¿Si hubieras estado sin pareja, hubieras atracado? Tal vez para una salidita o un choque y fuga, jiji

Denis J Grossi dijo...

Hola Nano, soy Alex, Denis y yo te agradecemos haber pasado por nuestro blog.
Respecto a tu post, nunca he estado en una fiesta folklorica como tu la narras, pero es cierto que se tiene una imagen del gay que es de un nivel socioeconomico bajo, pero creo que lo importante es que sea cual sea tu situacion economica, lo mas importante es divertirte y pasartela bien del modo que mas te guste.
Denis piensa que tu blog es muy divertido y me dijo que se la paso leyendo tus anteriores posts, le parecieron muy divertidos, alegres y con muy buena narracion, le gustaria seguir leyendo mas posts tuyos; así como tambien leer el blog de tu novio que se mando buscandolo pero no lo encontro, cuando puedas pasate para seguir conociendo mas sobre nuestra historia.
Saludos.....Alex y Denis

Nano dijo...

China!!!!
Avísame cuándo tienes una yunsa para acompañarte.
Jajaja.. No sé qué le pasó a El Barbero para que se ponga en ese plan conmigo. Quizá se cansó de tanto vividor y quería ver si tenía suerte con alguien lindo como yo... JUA!!!! Amiga... no pasaba nada... así que si hubiera estado soltero tampoco hubiera pasado nada. NEXT!

Alex y Denis:
Gracias por sus palabras. Qué gusto que las historias de mi blog sean del agrado de Denis. :) El blog de ustedes es interesante. Lo seguiré.
Un abrazote
Nano

Pati Difusa dijo...

Qué interesante lo que cuentas. Rompe con los moldes del encasillamiento, pero no me refiero a la clásica de 'los gays no son todos afeminados' sino al propio encasillamiento que estamos haciendo gays, lesbianas, bisexuales y trans sobre nosotros mismos.

A lo que me refiero es que estoy un poquito harta de que las locas quieran tooooodas seguir el patrón de las series gringas: gay de terno que tiene trabajo regio y mariconea solo por joda. ¿Es que acaso hay una sola forma de ser gay? Hasta los heterosexuales gayfriendly creen que todos debemos ser así. Me parece genial que la sexualidad tenga tantas manifestaciones (aunque algunas sean sórdidas como esa relación de los peluqueros con los malandros). Sería genial conocer más del asunto nosotros mismos y no encasillarnos en el Vale o la Cueva como lugares de socialización.

Umbriel y Oberón dijo...

Hola Nano, buen post. Me hizo retroceder por lo menos seis años atrás cuando conocí a alguien que me introdujo en un mundo hasta entonces desconocido por mi, primero a escuchar música criolla, luego ir a bares (pero de qué lugares!) y después terminar en una reunión en un barrio popular... de hecho, si lo disfruté en su momento. Pero que nunca fue lo mio y no creo querer a volver a vivir esas experiencias, que fueron enriquecedoras porque me amplió mucho mi perspectiva del mundo gay que tenía hasta entonces. Valió la pena, eso si.

Oberón

Nano dijo...

Hey Regina:
Sí, es cierto... a veces no nos damos cuenta que caemos en estereotipos, clicés y demás. A veces es bueno mirar más allá de nuestras narices.
Gracias por comentar.


Oberón:
Las relaciones a veces nos llenas de experiencias que jamás pensamos que viviríamos. Eso es lo mejor que nos dejan. ;-)
Un abrazote y saludos a Umbriel.
Nano

Orlando Gil Rejas dijo...

Tienes razón. A mí me cuesta hacer cositas ricas con pobladores de los conos de mi ciudad,pero al final, si tienen buen cuerpo, cedo y me llevan delos infiernos al cielo